Enfermedades más comunes en perritos

Aprender sobre las enfermedades más comunes que pueden afectar a tu perrito te ayudará a cuidar mejor a tu mascota y te permitirá detectar rápidamente cualquier síntoma de malestar, para que puedas llevarlo al veterinario a tiempo. En este artículo te compartimos más información sobre cada una de ellas y cuál es su tratamiento.

MOQUILLO

Es una enfermedad viral que puede afectar el sistema nervioso, las vías respiratorias y el sistema digestivo de tu perrito. Es una enfermedad altamente contagiosa y puede ser mortal si no se trata adecuadamente.

Síntomas:
Diarrea crónica, vómito, dificultad para respirar, heces con sangre, fatiga, pérdida de apetito, dermatitis o fiebre.

Tratamiento:
El moquillo es una enfermedad causada por un virus por lo que no existe un tratamiento específico para combatirla. Lo que debes hacer es acudir inmediatamente al veterinario quien recetará un tratamiento paliativo para disminuir y controlar los daños que podría causarle a tu perrito y así evitar que progrese la enfermedad. Generalmente el tratamiento consiste en inyecciones y antibióticos que ayudarán a que tu mascota desarrolle y fortifique sus defensas y actúen contra el virus.

OTITIS

Esta es una enfermedad inflamatoria que puede afectar el pabellón auricular, el conducto auditivo externo y el tímpano de tu mascota. Se puede dar por causas bacterianas, parasitarias o alergias por lo que es importante contar con un buen diagnóstico antes de iniciar un tratamiento.

Síntomas:
Tu perrito sacude su cabeza o se rasca mucho las orejas. Enrojecimiento, mal olor, secreción abundante y/o anormal en las orejas o en la entrada del oído.

Tratamiento:
Los tratamientos para combatir esta enfermedad dependen del grado y el tipo de infección que tenga tu amigo. En casos de otitis leve o externa (afecta solo la cavidad auditiva, no lesiona el tímpano) se puede tratar con antibióticos orales con gotas y cremas que deberás aplicar directamente en el oído.
Si la infección afecta al oído medio o interno, el tratamiento es más complejo, incluso puede necesitar de una intervención quirúrgica para aliviarla. No olvides consultar con el médico sobre las pautas de higiene que deberás seguir para que la infección desaparezca lo antes posible.

DERMATITIS

Es una reacción alérgica que puede ser provocada por sustancias presentes en el medio ambiente y causan irritación en la piel de tu mejor amigo. Estas reacciones alérgicas pueden ser inducidas por sustancias presentes en elementos comunes para tu perrito como la hierba, el polvo doméstico o en los parques mientras juega con sus amigos.

Síntomas:
Tu peludo no para de rascarse, morderse y lamerse. Tiene erupciones rojas en la piel o protuberancias, enrojecimiento, pérdida de pelo, piel seca y escamosa.

Tratamiento:
El tratamiento de esta enfermedad dependerá según el tipo de dermatitis que tenga tu perrito. Por eso, es de gran importancia que tu veterinario y tú identifiquen el tipo de dermatitis y la causa que la provoca. Al conocer el tipo de afección que tiene, el médico podrá recetar un medicamento tópico, oral o inyecciones.

Recuerda prestar atención al entorno en el que vive tu peludito. Debes limpiar con frecuencia la zona de descanso de tu mejor amigo para eliminar ácaros, pelos sueltos, polvo y suciedad que puedan provocar una alergia.

PERIODONTITIS

Es una infección en las encías de tu perrito que se produce por la acumulación de placa dental y sarro en sus dientes. Con el tiempo, puede tener como consecuencia la pérdida de piezas dentales y afectar a varios órganos vitales.

Síntomas:
Mal aliento, acumulación de sarro en los dientes, inflamación de encías, pérdida de piezas dentales, pérdida de apetito.

Tratamiento:
Depende del estado de la enfermedad, generalmente consiste en una limpieza dental y administración de antibióticos para combatir la infección. El tratamiento preventivo consiste en el cuidado rutinario mediante un cepillado de dientes diario y la utilización de premios que ayudan a evitar la acumulación de placa bacteriana y la formación de sarro.

No olvides que la mejor manera de cuidar de su bienestar y evitar cualquier enfermedad es la prevención. Acude inmediatamente a tu veterinario ante la presencia de cualquier síntoma fuera de lo normal y mantente al día con sus vacunas. Además, asegúrate de cuidar su higiene y de mantener limpios los espacios donde tu pequeño pasa más tiempo.